Formación inicial: por tercera vez en tres fechas, Bianchi repitió el equipo titular. Más allá de las críticas individuales, es importante la confianza que el DT le está dando a los once que eligió como prioridad en el plantel. El Boca que ya se vio: línea de cuatro con laterales proyectándose. Marín sigue subiendo por pedido de sus compañeros y por demanda de las jugadas. Insúa por instinto (terminando como extremo y colaborando también en la finalización de las jugadas). Sánchez Miño se cerraba para cederle la izquierda a Riquelme. Ledesma abierto por su banda pero comprometido con la marca. Martínez empezando por la derecha pero alternando. Blandi como referencia.
El retroceso defensivo: a los 7 minutos, el Xeneize tuvo un corner a favor. La jugada no terminó en gol y la defensa regresó desordenada a su zona, acción que casi culmina en gol del visitante (salvó Orion). La acción se repitió a los 18.
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El 1 a 0: la presión adelantada que tuvo Boca en todo el partido surtió efecto a los 26 minutos. Blandi y Martínez atoran a Bastía, quien debe descargar con el arquero y se origina el tiro libre en el área que abre el marcador.
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El 1 a 1: Un mal rechazo, hace que Rafaela ponga el balón inmediatamente en el área Xeneize y aproveche la distracción para terminar empatando el cotejo. “Una segunda jugada donde se dejó la marca”, explicó el entrenador más tarde.
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El factor “Burrito”: Martínez fue la figura del partido por el desequilibrio que generó en la defensa rival. No solo con generación de jugadas de peligro, sino también por gambetas que terminaron en faltas y posteriores tiros libres a los costados del área, que generaron buenas oportunidades de convertir. Se registran dos importantes, a los 17 y 23 minutos de la primera parte.
Pocas alternativas de pase: Sánchez Miño e Insúa se pasaron la pelota repetidas ocasiones en una misma jugada (19 minutos del primer tiempo). Esto se debió a la falta de otra opción de descarga. El “Gordo” casi pierde el balón y tuvo que retrasarlo a la defensa para no perder la posesión.
El 2 a 1: otra vez, el “Burrito” rompe con el bloque defensivo de Rafaela. Elude a tres rivales, descarga en Riquelme pero no se queda. Traza una diagonal sin tocar la pelota y asiste de taco a Insúa, previo pivoteo de Blandi en la puerta del área, típico de nueve. Gran gol del equipo de Bianchi.
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Probar desde lejos: era una de las asignaturas pendientes del conjunto azul y oro y, en parte, se saldaron en el partido. A los 17 minutos del segundo tiempo, Martínez disparó desde afuera y la pelota impactó en el palo. En el rebote de la misma jugada, un remate de Marín pasó a centímetros del palo derecho del arquero. Sigue siendo cuenta pendiente: suma como alternativa cuando no hay opciones de pase (pasó a los 19 minutos con Sánchez Miño e Insúa).
Los cambios de Bianchi: Cristian Erbes ingresó en lugar de Ribair pero no ocupó su posición. Ledesma pasó al centro y “Pichy” se ocupó de la banda derecha hasta el ingreso de Joel Acosta (por Blandi). Ahí, ya con Emmanuel Gigliotti, reemplazando a Martínez, Boca se paró con un 4-4-1-1. Erbes y Ledesma como pareja de volantes centrales, Sánchez Miño y Acosta abiertos en las bandas, Riquelme gravitando entre la mitad de la cancha y el área y Gigliotti como referencia.
Bianchi sobre Joel Acosta: “Tiene muy buena salida por la derecha. Es un atacante que se puede adaptar a jugar muy bien en 4-4-2”. El juvenil volvió a jugar en la Primera de Boca, esta vez lo hizo más tiempo aunque tampoco le alcanzó para demostrar sus condiciones. Poco a poco, parece que se gana un lugar en la consideración del entrenador.
Para trabajar: imprecisiones en los pases en la mitad de la cancha, poca alternativa de pase por momentos, el retroceso de la defensa después de pelotas paradas a favor, particular atención en las segundas jugadas, y seguir probando de lejos.