El primer tiempo fue mucho más difícil de lo esperado para la Selección argentina, que tuvo de arranque a Fernando Gago. El volante de Boca empezó con bastante participación en unos diez minutos iniciales en los que se vio lo mejor del combinado albiceleste.
Gago funcionó mientras pudo como el encargado de arrancar los ataques y juntar el medio con los delanteros, pero pronto Irán comenzó a anularlo. El cuadro asiático salió a defender el resultado con concentración y sus once jugadores en pos de esa misión. El mediocampista, igual que el resto de los potenciales socios de Lionel Messi, fueron constantemente presionados para dejar sin compañía al diez argentino.
Argentina no pudo quebrar en toda la primera parte el cero y las pocas veces que los iraníes salieron, consiguieron tiros libres o córners que se convirtieron en las escasas jugadas de peligro con las que contaron. Los dirigidos por Alejandro Sabella pudieron abrir el marcador con un mano a mano de Gonzalo Higuaín que el arquero contuvo bien o algún cabezazo, pero vio poco juego asociado.
En el segundo tiempo Argentina tampoco encontró el rumbo. Siguió siendo un equipo monótono y sin ideas para abrir una defensa muy segura de Irán. Además, los asiáticos se animaron a salir un poco más ante el desconcierto argentino y encontraron mal para a la última línea. De no haber sido por Sergio Romero, que respondió cuando se lo necesitó, la cuestión podría haberse complicado todavía más.
Cuando faltaban 15 minutos, Sabella buscó en el banco las variantes que no encontraba adentro del campo de juego. Allí se vino Rodrigo Palacio por Gonzalo Higuaín y también Ezequiel Lavezzi en lugar de Sergio Agüero. Argentina fue puro empuje, se llevó por delante a Irán con poco fútbol y el exBoca, de cabeza tras un pelotazo largo, tuvo su chance pero Haghighi terminó mandándola al córner.
Todo iba rumbo al empate, pero sobre los 46 minutos del complemento Messi, de mal partido, tuvo esos arranques propios de él. Vio el hueco, sacó un zurdazo desde lejos que se coló contra el palo derecho del gurdameta iraní y se metió. 1 a 0 para el delirio de todos los hinchas argentinos en Belo Horizonte.
Argentina jugó mal y, quizás, se haya llevado demasiado premio para lo que hizo, con Agustín Orion mirando desde el banco. Pero la diferencia estuvo en contar con Messi, solo con ese argumento el elenco albiceleste está en octavos.