Luego de una entrada en calor por fin se dio lo que todo el Mundo Boca estaba esperando: el trabajo con pelota.
Pasó el tercer día de prácticas de la era Falcioni. Bajo un clima distendido, a las diez de la mañana arranco el entrenamiento en el complejo Pedro Pompilio. Lejos quedaron los sistemas con líneas de tres que tantos dolores de cabeza trajeron
JC dividió al plantel en dos grupos, de ataque y defensa. Y comenzaron los trabajos que tienen como fin adaptar a los jugadores al sistema. A Falcioni se lo vio muy activo en el táctico, dando indicaciones en todo momento mientras sus colaboradores, libretas en mano, iban tomando anotaciones.
Como dato destacable, todos entrenaron a la par, hasta Riquelme, quien parece estar recuperado del todo de la tendinitis aquiliana que lo marginó de último torneo.
La búsqueda primordial del DT es la de alcanzar la plenitud física y para lograrlo exige mucho a los jugadores, así que luego del táctico, a correr todos. El PF Gustavo Otero tomó la posta y se corrieron series de cinco vueltas con un tiempo cronometrado a cumplir.
Mientras tanto la atención de Julio César a este punto se posaba en la práctica de arqueros, gran disyuntiva ya que el refuerzo que él pidió – Ustari – no parece estar ni cerca de llegar.
Sobre el tema refuerzos, la dirigencia de San Lorenzo se está reuniendo con Matías Giménez para hacerlo cambiar de opinión sobre su negativa a pasar a préstamo al Ciclón por seis meses.
La cantidad de gente que Boca quiere juntar en el mediocampo sugiere que habrá gran actividad respecto a los préstamos de cara a las últimas semanas de pretemporada.