Desde el comienzo, el Xeneize salió a buscar el partido, con intenciones de ser protagonista. Con Juan Román Riquelme como enganche, pero tirado a la banda izquierda, el equipo de Bianchi buscaba por los costados.
Pero seguía con urgencias en la línea defensiva. Un error de Ledesma dejó mano a mano a un delantero de Unión, quien convirtió, pero su tanto fue anulado por posición adelantada. El visitante avisaba.
Las subidas de Clemente eran las jugadas de mayor peligro del local, que tuvo la chance también desde la vía aérea. Caruzzo no pudo impactar con eficacia un centro y perdió su oportunidad.
Hasta que llegó el primer golpe: a los 26 minutos, una gran combinación en el área entre Franzoia y Lizio, que dejó a este último frente a Orion, permitió que el delantero la picara por encima de la figura del arquero para poner en ventaja a los visitantes. Inesperado y sorprendente primer gol.
Para colmo, el mazazo se repitió:ocho minutos después, Bruno Bianchi capturó un rebote en el área de Boca, y le pegó incomodado por Burdisso. Sin embargo, ese tiro desviado fue inatajable para Orion: dio en el palo izquierdo y se metió, para que el “Tatengue” estire la ventaja.
Así, toda la presión recayó en el conjunto azul y oro, que debía salir a buscarlo. La primera respuesta fue un remate de Ledesma, que fue a las manos del arquero rival. En el minuto final, Riquelme se asoció con Clemente y, ante la devolución, disparó desde afuera del área. Su tiro se fue cerca del segundo palo, y así terminó la primera parte.
El complemento siguió con la misma tónica: Boca buscaba el gol del descuento y el rival, cómodo con el resultado, aguantaba. Un remate de Sebastián Palacios se fue muy cerca. Pocos minutos después, a Riquelme le quedó un rebote y su volea se fuepor arriba del travesaño. De a poco, el local apretaba.
A los 12 minutos, otra vez apareció el capitán de Boca. Román quedó libre por izquierda, enganchó para esquivar un rival, y remató. La pelota se fue apenas afuera.
Pero todo se tiró por la borda en un error defensivo: cuando iban 15 minutos, Burdisso quiso abrir la cancha pero se la dio a Franzoia. El remate del delantero dio en el palo pero apareció Pablo Magnín para empujarla luego del rebote. Así, Unión goleaba en La Bombonera, aprovechando las falencias atrás.
Bianchi entendió que las oportunidades eran cada vez más pocas y movió el banco: Colazo e Imbert ingresaron por Clemente y Ledesma, respectivamente.
Con el paso de los minutos, la gente adquirió una ansiedad normal, que se trasladó a los jugadores. Boca buscaba pero se exponía a los contragolpes de Unión. A falta de 2 minutos, Silva descontó de cabeza, pero la suerte ya estaba echada. El Xeneize cayó en su cancha. Ahora, toca corregir los errores y pensar de nuevo en la Copa Libertadores. El jueves hay un partido clave ante Nacional.