Sin dudas, uno de los mejores arqueros de la historia de Boca Juniors. Ingresá y repasá los mejores momentos del colombiano en la institución.
Teniendo en cuenta las flojas actuaciones de Roberto Abbondancieri y Sandro Guzmán durante el Torneo Clausura de 1997, Boca Juniors salió a la búsqueda de un arquero con presencia y personalidad. Pese a que mayoritariamente la comisión directiva prefería a José Luis Chilavert, quien finalmente llegó fue Oscar Eduardo Córdoba, proveniente del América de Cali.
Hizo su debut ante Independiente, el 27 de agosto de 1997, en el partido correspondiente a la Supercopa de aquel año. El clásico ante el “Rojo” terminó igualado en uno y el gol del Xeneize fue obra del peruano Nolberto Solano. Aquella noche en La Bombonera, el uno fue la figura, a pesar de los nervios que reconoció haber sufrido en ese partido.
Su consolidación absoluta se produjo a partir del torneo siguiente, con Carlos Bianchi sentado en el banco de los suplentes. Aunque sufrió algunos goles inocentes al inicio del campeonato, el entrenador lo respaldó siempre.
La confianza tuvo resultado: entre mayo de 1998 y junio del año siguiente, Boca se mantuvo invicto durante 40 partidos en Torneos de AFA, número récord en el profesionalismo. En 12 de los 29 que atajó, mantuvo su arco en cero.
Luego, con el correr de los encuentros, la figura del colombiano comenzó a crecer y su primer título llegó en 1998, cuando el Boca dirigido por Carlos Bianchi logró el Torneo Apertura. Tiempo más tarde, Córdoba lograría el Clausura 1999, la Copa Libertadores, la Intercontinental y el Apertura 2000, para luego repetir la Libertadores en el 2001.
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Sus grandes actuaciones en las definiciones por penales ante Palmeiras, en la final del 2000 y en la semifinal del 2001, quedarán en la memoria de todos los hinchas xeneizes. También será difícil olvidar aquella noche ante Cruz Azul, en la Bombonera, por la final de la Libertadores 2001, donde Córdoba se agigantó una vez más bajo los tres palos y fue clave para la obtención de aquel certamen.
A principios de 2009, luego de su paso por Europa y tras haber regresado al fútbol de su país, el colombiano estuvo muy cerca de incorporarse nuevamente al conjunto xeneize, pero en ese entonces la dirigencia se inclinó por Abbondanzieri.
Córdoba, que arribó al club junto a Mauricio Serna y Jorge Bermúdez, disputó 162 partidos, donde le convirtieron 167 goles. Debido a su gran personalidad se convirtió en uno de los máximos referentes de aquel recordado equipo del “Virrey” y quedará inmortalizado en el mítico barrio de La Boca como uno de los mejores arqueros que defendieron la camiseta azul y amarilla.
Córdoba cantando “…cada día te quiero más. Yo, soy Bostero”
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